Entrevista a José Pedro Aller, Director General de aluplast Ibérica
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¿En qué momento se encuentra el mercado de los cerramientos?
Antes de centrar el tema en asuntos relativos exclusivamente a la ventana, creo que convendría ampliar el foco y tener en cuenta la situación en la que nos encontramos. No podemos darle la espalda a la cruda realidad. Por un lado, tenemos un vector muy importante de nuestra actividad que es el precio de las materias primas, y por otro lado la situación geopolítica debido al conflicto en Ucrania.
¿Qué está ocurriendo con las materias primas?
El continuado encarecimiento de las materias primas afecta a todos los eslabones de la cadena de valor de manera muy intensa, pero no a todas las materias primas por igual. Además, el uso de la tecnología produce diferencias relevantes en los efectos desencadenados por esta situación.
Del mismo modo que el aluminio parece estar más afectado por esta evolución de los precios, que parece que beneficia a corto plazo a los cerramientos de PVC, las carpinterías libres de elementos metálicos tienen una enorme ventaja frente a aquellas que utilizan refuerzos tradicionales, no solo en el nivel de aislamiento ofrecido sino también en el coste de los materiales y, lo que es aún más importante, la estabilidad en el precio de estos materiales.
Pero no sólo el incremento súbito y sostenido de los precios de los metales está en el centro del debate, sino la escasez generalizada en términos de cantidades disponibles, capacidad y plazos de suministro.
La sustitución de refuerzos metálicos por refuerzos plásticos sintéticos es una de las novedades tecnológicas que más han sido impulsadas por esta coyuntura de precios y disponibilidades. En aluplast ya son mayoría los clientes que han incorporado con éxito esta tecnología que denominamos powerdur® inside.
¿Cuáles son las nuevas conclusiones que podemos obtener de la situación geopolítica?
Si bien llevamos ya algunos años en los que todos coincidimos que la energía es una mega tendencia a tener muy en cuenta, el actual conflicto en el que nos encontramos, dejando aparte las consecuencias en forma de dolor humano, tiene consecuencias muy directas en nuestra industria. La UE se ve empujada a una reducción drástica de la dependencia energética, y esto, no cabe duda, va a impulsar decididamente las partidas de ayuda a la rehabilitación, entendida como una mejora de la eficiencia energética de los edificios.
Es muy probable que conceptos cómo hipoteca energética, que liga los edificios y sus usos con el consumo energético, cobren un mayor protagonismo.
El mercado inmobiliario se ve abocado a aportar datos que, de modo sencillo, aclaren al consumidor el gasto energético en el que incurren los inmuebles y no solamente su precio de venta. Esto es así tanto en el mercado de compra, como en el de alquiler, donde esta cifra es si cabe más relevante. Esta mega tendencia que hace referencia a la energía y que se positivará de uno u otro modo en torno al concepto de la hipoteca energética se corresponde con los conceptos de casa pasiva y ECCN. Son éstos los encargados de visualizar y de informar al consumidor de unos parámetros capaces de aunar eficiencia, ahorro y confort habitacional. Y es en esta intersección donde la ventana tiene que asumir el protagonismo que le corresponde en este entorno. La ventana es uno de los elementos fundamentales capaces de mejorar ahorro y confort a partes iguales, depende de nuestra capacidad de comunicación como sector que los consumidores empiecen a considerar la ventana como uno de los elementos básicos a la hora de ejecutar sistemas constructivos acordes con los nuevos tiempos, capaces de marcar la diferencia.
Es efectivamente en esta intersección donde debemos ubicar el nacimiento de las ventanas de alta eficiencia, inscritas en el epicentro de los sistemas de certificación Passiv House, protagonista en la denominación como edificio de consumo casi nulo (ECCN), y componente esencial en todas las certificaciones asociadas a este nuevo universo de productos cuyo vector fundamental es la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono. Estas certificaciones son tan consustanciales al producto como la información nutricional a la industria alimentaria.
¿Cuál es la respuesta de aluplast a este nuevo entorno?
En aluplast llevamos varios años trasladando el epicentro de sus desarrollos en I+D+I de la eficiencia energética a un concepto que encaja más dentro de la economía circular. El aumento sostenido de la proporción de material reciclado; el análisis constante de los elementos redundantes en todo el proceso de producción, desde la recepción de la mezcla hasta los más pequeños detalles para obtener una mejor optimización logística, todo se cuestiona con el objetivo de reducir los costos provocados por la no calidad.
Efectivamente, el objetivo de la eficiencia energética evoluciona a una perspectiva de economía circular. ¿Cuáles son los elementos sobre los que pivota este nuevo enfoque integral?
La eficiencia se ve superada por un nuevo ecosistema que aborda la eficacia, pero dentro de una huella de carbono mejorada. Hace tiempo que en aluplast estamos sensibilizados con la utilización intensiva de energía de origen sostenible. Sustituimos el criterio del número de cámaras con el más riguroso de los valores U de aislamiento. Conseguimos ahorros de hasta un 15% en logística, ahorros no solo económicos, sino que paralelamente producen ahorros en CO2. Nuestro objetivo es certificar nuestros perfiles como neutros en CO2 para que nuestros clientes puedan poner en el mercado ventanas con una huella de carbono muy reducida.
La apuesta por la innovación nos permite liderar tecnologías capaces de reducir notablemente el uso de energía primaria. Nuestros sistemas de adhesivado de vidrios, al que denominados bonding inside, ya forma parte de todas nuestras series, y nos permite ofrecer elementos diferenciados, más ligeros y menos intensivos en el uso de materias primas. Apostamos por mejorar la durabilidad de nuestros productos mediante la utilización de elementos como el safetec inside, que mejora sustancialmente el ciclo de vida del producto, y por consiguiente su sostenibilidad.
¿Cómo visualizáis el futuro de la ventana?
La incorporación de tecnologías de otros sectores industriales para la mejora de los procesos de fabricación de ventanas y de las prestaciones de las mismas es un recorrido que venimos realizando desde muy al principio de la andadura de aluplast. Se ha incorporado al ADN y nos caracteriza y distingue como hecho diferenciador. Hasta el punto que este año ha sido reconocido por tercera vez con el premio Top 100 Award de las empresas alemanas de mayor innovación.
¿Qué habéis hecho para encarar el futuro de la ventana?
Comenzar el desarrollo de un nuevo producto absolutamente desde cero, no suele ser algo que suceda muy a menudo. Cuando la primera ola del coronavirus nos golpeó en marzo de 2020, el mundo se detuvo por un momento. La pausa no duró mucho. En vez de esperar, el equipo de aluplast comenzó a trabajar con absoluta libertad para darle forma al concepto de cómo debería ser un sistema de ventanas ideal, totalmente independiente de los sistemas existentes. Esta vez queríamos hacer las cosas de modo diferente. Abandonamos nuestra zona de confort y nos enfocamos en el diseño, no tanto en la técnica de la ventana. La atención no estaba en el perfil o en los componentes, sino en la ventana misma.
El equipo de aluplast se inspiró en su partner Continental AG, que lleva muchos años como suministrador de las superficies para el foliado de los perfiles. La filosofía de Continental también nos motivó a abordar los problemas con más valentía y a centrarnos aún más en los clientes finales de la ventana. Y así, en el verano de 2020, los primeros prototipos se enviaron a socios y clientes con el fin de enriquecernos con sus puntos de vista. Para nosotros era importante incorporar a nuestros socios, escuchar lo que piensan, e incluir sus ideas al producto, es una característica diferencial de nuestra nueva plataforma, que ya está en manos de nuestros clientes: energeto® neo.
¿Y en qué consiste esta nueva plataforma que denomináis energeto neo?
Si observamos las ventanas de los diferentes proveedores de sistemas, son, a primera vista y en términos de diseño, difíciles de distinguir entre sí; e imposible totalmente para los no iniciados. Queríamos hacer algo diferente con energeto® neo. Buscábamos activamente diferenciarnos. Queríamos abrir nuevos caminos y darle carácter a la ventana. En resumen, una ventana que encaje con la demanda real de los consumidores. Así surgió energeto® neo, con un diseño moderno y atemporal. Inspirado en el estilo Bauhaus, que se caracteriza por un concepto simple y directo, que sigue siendo actual después de más de 100 años.
energeto® neo ofrece la posibilidad de construir una ventana estándar y una ventana personalizada en la misma plataforma. Una ventana de doble junta y una ventana de junta central simultáneamente. energeto® neo cubre un espectro muy amplio, sin costos extra, ni tiempo añadido de producción.
Propietarios de viviendas, consultores, y arquitectos requieren elementos cada vez más grandes, con perfiles cada vez más esbeltos, y así con energeto® neo traemos de vuelta una variante enrasada. También existe una variante de hoja desplazada. La idea que subyace detrás es una fácil adaptación al diseño y estilo de la casa.
Estética y tecnología son los 2 vectores más destacados de este dialogo, que sospechamos no ha hecho más que comenzar con nuestro mercado; con un sector cada vez más dinámico y exigente que está interiorizando su papel como actor principal en este nuevo modo de construir edificios.
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